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Mostrando las entradas de abril, 2013
Entonces todo está bien! sólo estoy asustada de la forma en que estoy reaccionando ante situaciones a las que habría reaccionado de una forma totalmente idiota. Aprender a romper esquemas y salir del círculo. Puedo sentir que respiro :D
Fue una noche tan angustiante, mi sueño reflejó de la manera más sutil lo que había vivido... me duele el corazón, pero ahora estoy mejor que ayer

Daydreamer

Cuando algo duele mucho, lo mejor que puedes hacer es decir: Gracias. Gracias por hacerme despertar y pensar que existía de alguna manera la posibilidad de crear castillos y construir sueños. Gracias por cada sonrisa y por aquel detalle inconsciente. Gracias por dejar que la vida siga su curso, gracias por cruzarte en mi camino por unos instantes. Hoy sé que tengo un corazón dispuesto a amar, que no se cansa ni dejará de luchar por lo que quiere. Hoy no es el día, pero tal vez mañana... en algún lugar, en alguna esquina, si tengo que caminar kilómetros, tendré que prepararme para ello. Dolerá, pero tomaré la fuerza necesaria. Hoy sólo dejo bendiciones para ti y te deseo un corazón lleno de felicidad. Todos vinimos a este mundo a ser felices. Adiós ilusión pasajera :)

Un corazón sanito y fuerte

No hay mejor medicina que un abrazo de mamá, sus consejos y apapachos. Para ella siempre seré su pequeña, y aún a mis 27 años puede enseñarme tantas cosas... Ya casi no tengo miedo, ahora pienso, respiro y actúo, aunque a veces lo mejor es no actuar, sólo esperar... esperar a que el tiempo elija el mejor momento :)

No tengo miedo

¡Tengo pavor! ¿Será que me he acabado las lágrimas?

Mariposas

Y entonces las mariposas emigran a buscar un alma cálida que las quiera anidar. Dejan en su espacio un vacío que duele, un hoyo que se expande desde el centro del vientre, pasando por el diafragma, perforando el alma, rompiendo la garganta y saliendo por los ojos, convertidas en pequeños cristales que purifican, preparando el camino para cuando, en ese cuerpo, vuelva a llegar la primavera. 4/19/2013
Ella refleja todo lo que siente, es extraña, sufre con el sufrimiento del otro, sufre consigo misma, perdona pero no se perdona... Ella es así, dulce, sincera, impulsiva. Ella ama, ama siempre, pero no sabe cuándo dejar de amar, cuándo ese amor lastima. Ella está triste y llora, busca ese instante en que todo cambió y no lo encuentra, pero sabe que todo pasa y el dolor sana, las heridas cierran y la sonrisa vuelve y ahí donde vuele, es donde nace el amor; ese amor que brota de la propia existencia, de la razón de ser amada por su padre del cielo, de aceptarse como es, de perdonarse y de volver a girar el rumbo de su vida.