Buscando príncipes...
En un día de lluvia te encontré, tus lágrmias se confundían con el agua del cielo, te tomé entre mis brazos, verde, pequeño, me miraron esos ojos grandes y sin palabras lo pediste... Te besé, y con el fin de ese beso cesó la lluvia, al abrir mis ojos pude ver que justo enfrente de mí se encontraba ese príncipe que tanto había buscado. Hoy juntos construimos un castillo en donde cada piedra es un acto de amor