Cuando las palabras se acaban, los corazones hablan. Aquel silencio acompañado de música de fondo, tus manos frías, mis manos tibias y las luces de la ciudad. Tus ojos me decían tantas cosas... Y ese beso, ese beso congeló el tiempo, un beso suave, cálido, tierno. Sólo era tiempo de dejar hablar al corazón.

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