A mi mamita María

Ella, con su manto de estrellas, me tomó la mano y me levantó.
Ella como buena madre, en sus brazos me acurrucó.
No llores mi pequeña hija, yo estoy aquí, a tu lado,
he sido tu confidente y tu amiga, he derramado cada lágrima que tú has derramado.
Te he enviado a una mujer muy bella, que te ha cuidado como si fueras suya.
Ha entregado la vida por ti, ha sido tu guía hacia mí.
Te ha enseñado que al rezar acudiré a tu llamado.
Ella se llama María, elegí mi nombre para que cada que la llames,
recuerdes mi amor, recuerdes que yo soy tu madre.

Mi hermosa mamá, mi mamá del cielo. Al comprender tu amor, entendí el sentido de la vida.
Feliz cumpleaños Morenita mía.

Gracias por regalarme una mamá que se llama como tú.


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