Luna roja

Recuerdo aquella noche cuando me dormí de pie, arullada con la música de aquel individuo que gritaba y del cual desconocía.
Tus brazos, mi almohada y un cielo estrellado que me contaba la historia antes de dormir... Todo está bien, Laura, todo es perfecto.
Aquella noche, con boletos pagados por reciclaje; con tu sonrisa dibujada; tratando de amar aquello que amabas, porque nunca fui buena para el rock.  Pero cómo no amarlo si fue con el bass que golpeaste mi cabeza al cantarme esa canción que ensayaste por semanas.
Y no es que te ame, pero una lluvia de recuerdos se posan en la ventana de mi cuarto desvelado. Es noche y una vez más, como siempre contigo de noche, ausente, presente o en recuerdo... siempre de noche. Porque a nuestro amor le faltó la claridad del sol.

Cerati en mi ordenador.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Piropos para nadadores

... compartiendo barbies