Una chamaca latosa

Después de todo y quizás, es a quien más recuerdo... ¿por qué? Lo desconozco... pese a los sentimientos escondidos de terceras personas respecto a su situación familiar, me sentía apreciada en un lugar en donde siempre intenté encajar.

Comportarme de tal manera, ser educada, sonriente, interesante, menos cursi, más culta, porque si no soy extranjera entonces pues no vale la pena. Encontrar una persona que desde que te sonrió, pudo ver en ti el brillo de tu alma, no preguntó más, sólo fue amable y te recibió en su casa con aquella calidez de un anfitrión.

Siempre que suena en mi cabeza la frase: chamaca latosa, me acuerdo de aquellas historias de aventura;de luchar contra serpientes y subir a la torre más alta del poblado más alejado. Entre fantasía y realidad se convertían en mito.

Gracias por su hospitalidad y aprecio.

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