Estoy buscando razones para creer...

De qué te sirve que hables tantos idiomas si no entiendes el lenguaje del amor, de qué te sirve que conozcas tantos países si no conoces el país de tu corazón. De qué te sirve enaltecer tus logros si no has aprendido a compartirlos. De que te sirve conocer a tanta gente si tu soberbia no te permite ni saludar.

Pero después de tener un corazón tan lastimado, que fue maltratado, engañado y poco cuidado, me cuesta mucho trabajo arriesgarlo todo. Poco a poco he ido extendiendo mis manos y aprendiendo a confiar. No voy a permitir que los miedos me limiten. Hoy comenzaré a confiar en el amor en su máxima expresión. A entregarlo todo, aún y cuando tenga que vivir en Timbuctú o en la Patagonia.

¡Hoy daré un paso más! aún y con mi talón lastimado.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Piropos para nadadores

... compartiendo barbies