Y junto con la lluvia caen los recuerdos...

¿Quién es la silueta que se dibuja en las sombras? ¿Puede verse el sol detrás de la lluvia?
Ahí está tu arcoíris, ese que debías cruzar solo, para ser capaz de encontrar tu tazón de oro.

Lo que buscabas no estaba más allá de tu nariz... estuvo a tu lado todo el tiempo,
Dios de tu mano, viendo tus luchas y escuchando tu llanto,
ahora te has permitido sentirlo, hablarle como al padre que siempre anhelaste.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Piropos para nadadores

... compartiendo barbies