Voilà!!

Me pasó como aquel hombre, que decide dejarlo todo para ir en busca de un tesoro y recorre mares, ríos, montañas; quien tuvo que trabajar vendiendo jarros y limonadas frescas, para darse cuenta que lo que buscaba estaba justo al lado suyo, pero tenía que recorrerlo para aprender su lección.

Y aquí estoy... Justo en el lugar en donde comencé a buscar a mi príncipe azul y mi cuento de hadas... Es tan cierto como encontrarte un billete de lotería enmedio de una carretera transitada y recogerlo justo un día que no había tráfico.

¡Tenías razón! Los cuentos de princesas no existen, dibujar castillos es muy bonito, pero tienes que despertar... El amor real duele y se construye cada día, con base en la confianza, comunicación, entrega y compromiso. El amor real es despertarte feliz cada mañana, no porque tu vida sea perfecta, sino porque puedes serlo a pesar de sus imperfecciones.

El amor es como aquel sapito que encontramos a mitad de camino en un día lluvioso, que no buscaba ser príncipe, simplemente disfrutaba de la lluvia y le cantaba cada noche, aunque no me dejara dormir.

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