Cuando me querías...

- Me llevaste a tu posada y tú pagaste (después me decías que no).
- Me preguntabas que cómo estaba (después te dejó de importar).
- Platicabamos largas horas al teléfono (luego me cortabas a los 5 min.).
- Me llevabas al teatro, conciertos, Du solei (luego te daba flojera salir).

Ambos nos equivocamos, y los dos fuimos tan orgullosos que no permitimos dejar las cosas malas de lado.

Ganó el orgullo, aún sigue ganando. Aún duele.

No más Milka / Kinder delice.

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