Descansa en paz, pequeñita.

Te extrañaré tanto...
Recuerdo cuando llegaste, no sabía nada de perritos y te confundí con un French Poodle, pero eras más grande y más bonita que ellos. Hacías tantas travesuras, rompiste mi pijama nueva, los sillones de la sala, los pantalones de mi papá que terminabamos escondiendo o tirando a la basura para que no te regañara.
Creciste con nosotros durante 11 añitos, fuiste una gran guardiana de la casa y una buena compañía, cuando lloraba mucho me salía al patio y tú te acercabas a mi para darme tu cariño.
La perrita más noble y linda se tuvo que ir porque estaba sufriendo mucho, Diosito te llevó para que pudieras dormir tranquila.


Te quiero mi Lizzy bonita, descansa mi perrita.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Piropos para nadadores

... compartiendo barbies