Versión antigua
Y de pronto lloré, lloré tanto como si mis lágrimas pudieran
regresar el tiempo y por cada una muriera el recuerdo. Mi estómago anudado,
para no sentir la descarga de emociones que mi cerebro enviaba disparando los
ácidos del amargo recuerdo.
Entré en una especie de coma, permanecía inmóvil, quería
correr, correr como aquella vez que decidí un ¡Ya basta! Esta vez es diferente,
por eso no salí corriendo, me detuve a esperar que pasaran las horas, a que mi
alma pudiera moverse.
¿Qué será lo que mi ser desea? El recuerdo ahogado en aquel
mar lleno de estrellas, o el futuro incierto, la sonrisa escondida en
aquel rostro nuevo.
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