Fragmentos

Y es que no tener una barrera me hace amar hasta el extremo, amar intensamente entregándolo todo. Sufres más... pero amas más y disfrutas más. No me arrepiento de haber entregado tanto para después sentir el corazón hecho pedazos. Valió la pena si me ha llevado al punto en el que estoy, a ser lo que soy. Dios me ha dado todo lo que tengo y si Él no se limita para mí, quién soy yo para limitarme en amar. Su sabiduría infinita me hace aprender a través del dolor y crecer en el amor. Si te lastiman, ama más, si amas más, aún te falta, ama más. Y si amas hasta dar la vida, el gozo de tu felicidad será eterna.

No importa lo que haga, JAMÁS le daré gusto.

Mami, hoy quiero decirte que no me cabe en el pecho la alegría de ser tu hija. Que estoy tan orgullosa de tenerte como madre, de ver todo lo que te preocupas por los demás, cómo te entregas en extremo, sin límites. Amas como Dios nos enseñó a amar, y yo tengo en ti, el ejemplo perfecto del amor del Padre. Siempre llevo tus palabras en mi pecho y en mi mente, y no importa en qué lugar esté, porque tú estás conmigo, en cada enseñanza, en los valores que me inculcaste, por eso siempre voy segura, porque las oraciones que rezas por mí, me protegen. Mamita, te amo, te amo con todo y tus miedos, tus angustias que muchas veces me parecen injustificadas, sé que cuando sea madre te voy a entender, pero tú ya fuiste hija, y espero que como hija me comprendas, que llegó el momento de hacer mi vida, y seguir mi camino, siempre iluminada con tus enseñanzas y con la sabiduría de Dios. Gracias por ser mi luz, mi guía, mi heroína de cuentos de castillos y dragones, mi contadora oficial de historias an